Ken Loach quiere revivir la ilusión recuperando «El espíritu del 45»

Vuelve Ken Loach con el cine social que le ha caracterizado todo este tiempo, este vez en forma de documental. Una pieza compuesta por imágenes de archivo, algunas de ellas coloreadas, y entrevistas actuales, que rememoran el momento de esplendor que vivió Gran Bretaña tras el año 1945, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial y con Europa prácticamente destruida, tras haber pasado unos años de pobreza, hambre y desempleo.

Londres recupera el color en "El espíritu del 45"

Londres recupera el color en «El espíritu del 45»

La introducción de una serie de reformas, entre las que se incluyen la nacionalización de los sistemas como la electricidad, el agua, el transporte o las minas, y muy especialmente la creación del Sistema Sanitario Nacional, así como la construcción de viviendas asequibles para la gente más pobre, hizo que se generara una ilusión en la población que duraría unos cuantos años. Tiempo de pensamientos positivos que culminaría con la entrada en el poder de la Dama de Hierro, Margaret Thatcher, que desembocaría en la privatización de todos los sistemas que habían puesto a Gran Bretaña en el centro del mundo, donde ya había estado anteriormente con sus sucesivas revoluciones: la Gloriosa o la Revolución Industrial, entre otras. Estas privatizaciones provocan el cambio del socialismo imperante hacia un duro capitalismo individualista, que corta los cimientos del estado. Desde aquí, el documental desvelará los miedos de la población por la pérdida de un sistema sanitario público que desde hace años había sido el orgullo del país, que repiten la frase: «No nos gustaría tener la Sanidad que hay en EE.UU.»

Un documental interesante, bien desarrollado, que no acaba de enganchar a la primera, ya que no deja muy claro desde un principio qué es lo que te va a ofrecer, pero que, según avanza, el espectador se va sintiendo cada vez más inmerso en lo que significó para Gran Bretaña este «Espíritu del 45», que en nuestro país sólo se tradujo en una era de depresión y de dictadura, alejándonos de lo que se empezaba a entender como «modernidad de una nación». Parece que siempre los ingleses han ido por delante de todos, sólo hay que pisar Londres para darse cuenta.

Aun así, el documental tiene sus pegas, ya que se omiten multitud de detalles que explican el por qué de los cambios, para enfatizar un sistema social que no es del todo perfecto, para dramatizar una era actual que resurgirá, igual que Europa resurgió tras las grandes guerras, haciendo hincapié en la existencia de unos buenos que quieren el bienestar de la comunidad, y unos malos que lo hacen todo en su propio beneficio, manipulando un pelín la opinión del espectador.

Lo que creo es que no dejará a nadie indiferente. Aún recuerdo ir por la calle a la salida del cine y seguir oyendo a la gente de mi alrededor hablando sobre socialismo, capitalismo, nacionalización y privatización, y aplicando todos los conceptos aprendidos a la sociedad actual. Juzguen ustedes mismos cuando la vean y entenderán el porqué.